17 mar 2010

Hay algo distinto en el aire



Y el almendro está en flor. Pigmentos blancos inundan los árboles mientras una leve lluvia de domingo empapaba las plantas y mis pensamientos. La primavera se acerca, y con ella el regreso de todo lo que en la naturaleza está vivo y habíamos olvidado en el frio invernal

Nada más despertarme sentí el deseo de pasear entre los árboles, sentir la humedad de la mañana y deambular entre las flores caidas. Es una época espléndida del año, en la que sólo con mirar por la ventana me animo. Asomo la mirada entre las cortinas y s mis pies los almendros me saludan con sus pétalos blancos, mientras que al frente toda la ciudad se alza orgullosa de si misma. Con la primavera comienzan cosas nuevas, se siente la vida más intensa, más latente. El aire huele distinto, y con el aire llegan corrientes de nuevas esperanzas, ilusiones, proyectos y deseos.

Nadie debería dejar pasar desapercibido el cambio estacional. No solo consiste en cambios medioambientales, sino en la constatación de lo bella que puede ser la vida. O más bien en el recuerdo de. Después de un invierno malo, el almendro vuelve a florecer. Ningún mal ni ningún daño nos acompañarán eternamente, o si lo hacen sus heridas acabaran solo en una fea cicatriz. Y sin embargo nos empeñamos en mantenerlos en nuestrma memoria. En primavera recordamos lo que habiamos olvidado, pero nos epeñamos en recordar lo que a veces es mejor olvidar.

Sea como sea, tomando las decisiones y recuerdos que prefiramos, estas fechas me dejan ver otra manera de vivir. Vvivir con el único sentido de vivir, que no es lo mismo que vivir por vivir; sin dejar que el invierno nos tumbe ni arranque todas nuestras ramas, porque en el momento más inesperado el color primaveral nos volverá a inundar los sentidos.



me despido del abrigo :(

1 comentario:

  1. En Grenoble ha comenzado a hacer bueno tambien y es genial! ya me habia olvidado de lo que te puede alegrar un dia soleado. Lo malo es que el buen tiemo y la nieve se llevan mal, asi que habra que ir encerando los skis y buscarles un santuario donde guardarlos hasta el año que viene.
    Que tal st patrik's? Oh my Godness, my Guinnes!

    ResponderEliminar