4 mar 2010

Fuerzas vivas


Un pedazo de tierra contuvo en su masa la presión de un pie, reteniendo su visita con el molde de su huella. Un rastro efimero y difuso libre de interpretación para los observadores sobre sus posibles causas. Indicaciones tan leves que jamás serán una explicación de los hechos, que dejan el marco abierto a la mayor de las casualidades. Casualidades que, bajo el halo de luces que emiten los astros, o la luna más polar de esta esfera, puedan hacer coincidir los hilos invisibles que comunican el mundo oculto que visitamos mientras dormimos.

Como si los duendes invisibles que manejaran esta madeja recibieran el impulso para conectar emociones y sentimientos representados bajo la forma de imagenes oniricas. como un cruce de caminos y pensamientos que jamás tendremos el valor de averiguar si es verdad. ¿Se conectarán alguna vez entre sí los sueños? Son una fuerza tan viva como la que hace que las plantas bien podadas crezcan con más fuerza. Ese inconsciente cohibido bajo el día a día que reflota, y en primavera emerge con el fulgor verde y precioso que eclipsa todo lo existente. ¿Cuando es ese sueño tan poderoso que obliga a tomar determinaciones, si al despertar solo encontramos de su gigante presión una leve huella? Quizás pertenecía al hombre de las cavernas, o a un cosmopolita refinado.

Quizás la linea que separa ambos mundos, solo vigilada por el señor de la luna, sea tan fina que es infranqueable. Como un hilo de diamante cuyo reflejo nos permite conocer los brillos más puros, pero su contacto nos corta. Quizás algún dia al despertar, pasemos a la otra orilla y por fin seamos siempre sueño

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