26 ene 2010

Inestabilidad

“¿Cómo pudo pasar?” es una frase, y aquellas con un significado similar, muy común. El irrefrenable cambio actúa independientemente de nuestra voluntad, o nuestra voluntad provoca cambio. Todas aquellas situaciones que se escapan a nuestro control, y que nos afectan directamente, suelen provocar una desviación en la ruta marcada de imprevisibles consecuencias. Quizás nuestro deseo esté alterando otros caminos, y sin embargo no lo vemos. Pero ¿Qué vino primero: El cambio o la voluntad?

Existen ocasiones en que se aturullan las ideas, la claridad mental se funde en una neblina de situaciones y confusión, y quieres salir ante todo de ahí. Actúas inconscientemente, o presuntamente consciente, con prisa. El resultado puede ser bueno o malo, según lo que se entienda como tal, pero tiene muchas posibilidades de ser inestable. La decisión te lleva atrás constantemente, y la efusiva alegría te lleva hasta la más profunda de las tristezas, pensando que cada una es superación de la anterior, sin ser más que un nuevo impulso hasta la siguiente. La mayor de las seguridades te provoca arrepentimiento, y el mayor de los arrepentimientos puede provocar rencor.

Cualquier caos es posible en nuestras mentes, todo absurdo puede desajustar nuestra vida o la de los que nos rodean, y sólo la perspectiva del tiempo nos aleja de la neblina. Brisas veraniegas que traen sales marinas, para poder sentir cómo se pega la piel de la cara a la arena, y sentir, y no pensar. Por dejar el miedo a equivocarnos, seguir adelante y disfrutar el error que estamos cometiendo, que no es otro que vivir.

MGMT-time to pretend

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